Soldados heridos tendidos en el suelo en el momento de un ataque a un desfile militar. AFP


El presidente iraní Hasan Rohani acusó este domingo, sin nombrarlos, a separatistas árabes de estar detrás del atentado que dejó al menos 29 muertos en un desfile militar el sábado en Ahvaz, al sudoeste de Irán.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado de Ahvaz, pero parece que las autoridades iraníes no se han tomado en serio esta reivindicación.

"No tenemos ninguna duda sobre la identidad de aquellos que hicieron eso, sobre su grupo y su afiliación", declaró Rohani a la televisión estatal antes de partir a Nueva York, donde participará en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Durante la guerra entre Irak e Irán (1980-1988), "quienes causaron esta catástrofe [del sábado] (...) apoyaron a los agresores y cometieron crímenes", agregó Rohani.

"Cuando [el dictador iraquí] Sadam [Husein) estaba vivo, ellos eran sus mercenarios. Luego, cambiaron de amo y uno de los países del sur del Golfo Pérsico" se encargó de apoyarlos, agregó el presidente iraní sin dar nombres.

"Todos estos pequeños países mercenarios que vemos en la región están apoyados por Estados Unidos. Son alentados por los estadounidenses", dijo Rohani.

El ministerio de Exteriores iraní anunció el sábado que convocó a tres diplomáticos europeos, representantes de Dinamarca, Reino Unido y Holanda, tras el atentado ocurrido durante un desfile militar en Ahvaz.

Los embajadores danés y holandés y el encargado de negocios británico fueron partícipes de "las fuertes protestas de Irán contra el hecho de que sus respectivos países alberguen a algunos miembros del grupo terrorista que perpetró el ataque terrorista", señaló un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, citado por la agencia IRNA.

"No es aceptable que la Unión Europea no incluya en su lista negra a los miembros de esos grupos terroristas mientras que no cometan un crimen en suelo europeo", lamentó la diplomacia iraní.

El ataque del sábado, perpetrado con un fusil AK-47, fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que afirmó responder a las intervenciones de Irán en la región.

El ataque del sábado dejó 29 muertos y 57 heridos, algunos de los cuales de gravedad, y fue uno de los más mortíferos ocurridos en Irán en casi ocho años.